domingo, 25 de mayo de 2008

Sol: Cómo llegué al agility...


De cachorra creía que cada vez que mi mamá se iba de casa, me abandonaba. Me producía mucha ansiedad y rompía todo lo que tenía a mi vista. Luego sabía que había hecho mal pero no podía arreglarlo y eso me hacía sentir peor. Después de unas horas, ella volvía y mi alegría era tan grande que saltaba como un canguro, pero mi mamá estaba enojada, gritaba, ella no se alegraba como yo. Pronto comenzamos a ir a un parque, re lindo, donde un adiestrador nos enseñaba a comunicarnos. Estába buenísimo, comencé a entender a mi mamá y cuando le respondía ella se ponía muy contenta. Ya las vueltas a casa comenzaron a ser con alegría de ambas. Yo entendí que ella siempre vuelve y ya no rompo nada.
A mi me encanta correr, saltar, jugar al futbol es una pasión, por supuesto soy de Boca. Creo que mi mamá se dió cuenta y un día fuimos a un lugar donde un montón de perros corrían, saltaban, se metían en túneles, estaba buenísimo pero yo todavía no le hacía mucho caso, sólo cuando me convenía; así que repetimos el curso de adiestramiento y a los 3 meses ya estaba lista para hacer agility. A partir de ahí, comenzamos a formar parte de los agiliteros de Pucará. Es genial!!!!